Investigación sobre la importancia del bipedismo en el desarrollo de la evolución humana y sus posibles conexiones con el desarrollo educativo y cultural de los seres humanos.

La aparición del bipedismo supone un cambio muy importante en la morfología de los primates. Existen varias teorías sobre la aparición de este fenómeno:

-          Para desplazarse por las llanuras.

-          Para el transporte de utensilios, alimentos, agua…

-          Para crear y utilizar utensilios y armas.

-          Para alimentarse de los árboles...

El bipedismo lleva asociado transformaciones anatómicas en los cuerpos, como por ejemplo, cambios en la cadera, desplazamiento hacia atrás del hueco occipital, etc. Algunas de las ventajas que permite la bipedestación son: mayor control visual del territorio, menor inversión energética en los desplazamientos, liberación de los brazos y las manos, posibilidad de transportar cosas y de explotar económicamente espacios más amplios, aumento del tamaño del cerebro…No obstante, también tiene alguna dificultad como por ejemplo, mayores problemas en el parto o la pérdida de la capacidad prensil de los pies.

A partir de un análisis riguroso de fósiles, hallaron que desde Australopithecus anamensis se daba una locomoción bípeda. La confirmación de la presencia del bipedismo en los homínidos llegó con el descubrimiento de los restos de “Lucy” (Australopithecus afarensis) por D. Johanson y su equipo, y las llamadas "huellas de Laetoli" halladas por M. D. Leakey en 1979.

Los estudios de los restos de Australopithecus africanus también permiten proponer la presencia de postura erguida y locomoción bípeda, sobre todo a partir del hallazgo en Sudáfrica, por parte de Clarke y Tobias de "Little foot", un pie de este homínido que posibilita afirmar esa bipedestación. Por lo tanto, no sólo los individuos considerados humanos pudieron desplazarse desde los inicios bípedamente.

La bipedestación permitió a los homínidos independizarse cada vez más de su medio original y adaptarse a situaciones nuevas. Pero no podemos decir que sólo la bipedestación, independientemente de que conllevara asociada aspectos físicos o socioculturales, hiciera al género Homo. Una de las cuestiones que se ha analizado frecuentemente para identificar al género Homo es la posibilidad de fabricar herramientas. La liberación de las manos, que se produce como consecuencia de la adopción de la postura erguida, implicó el poder realizar estas actividades.