lunes, 5 de noviembre de 2012

DÍA 1

Hoy ha sido mi primer día de prácticas en el Colegio Público de Educación Especial “Ciudad de Toledo”.


Mi primera impresión ha sido impactante, nunca había estado en un centro específico ni había visto a tantos chicos y chicas con dificultades, trastornos, síndromes, y sus distintos niveles de afectación.
Al llegar al colegio, hemos estado en la sala de profesores donde nos han informado del horario del centro, los tutores asignados a cada uno de nosotros y las rotaciones, los ciclos formativos y el personal. Los ciclos formativos del colegio son: primer ciclo de Educación Básica Obligatoria, segundo ciclo de Educación Básica Obligatoria y Transición a la Vida Adulta. El centro cuenta con profesores de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, Educación Física, Música, Auxiliares Técnicos Educativos, fisioterapeutas, logopedas, orientadora, enfermera, gobernante, además del personal encargado de limpieza, comedor y residencia.
Al terminar la reunión el jefe de estudios nos ha enseñado, generalmente, todo el colegio. En un ala del colegio se encuentran las instalaciones que ayudan a estos alumnos a su desarrollo, tanto físico como psicológico, autonomía personal, ocio…Algunas de estas instalaciones son: biblioteca, piscina terapéutica climatizada, sala de vídeos, sala de estimulación sensorial, sala de fisioterapia. También nos ha enseñado la parte exterior del colegio: el arenero, donde los alumnos más pequeños tienen su tiempo libre durante el recreo; las pistas, para alumnos más mayores, una parte de jardinería y una pequeña granja escolar. Aquellos alumnos que tienen más autonomía personal trabajan y colaboran en los talleres que hay en el centro de jardinería, cerámica y lavandería.
El centro cuenta con comedor, enfermería durante todo el día, gimnasio, transporte escolar, residencia (de lunes a viernes) para aquellos chicos que presentan mayor dificultad, tanto para ellos como para su familia. El principal motivo de permanecer en la residencia es la distancia con su hogar, ya que a este colegio vienen niños y niñas de toda la provincia de Toledo, y algunos pueblos están muy lejos del centro.
En la otra ala del colegio se encuentran las aulas, compuestas entre 4 y 6 alumnos cada una, educadas y controladas por un tutor o tutora. Allí cada uno íbamos quedándonos en las aulas que nos han asignado con nuestro tutor.
Mi clase está formada por 6 alumnos (3 chicos y 3 chicas), pero solo he podido conocer a 4 de ellos. Sus edades están comprendidas entre los 10 y 20 años. Todos presentan discapacidad intelectual, uno de ellos padece síndrome de Angelman y una de las niñas, deficiencia motórica. Ninguno de ellos habla, escribe ni se comunica. Tienen necesidades intelectuales y en habilidades de adaptación.
Hoy hemos trabajado con fotografías de diferentes objetos para desarrollar y estimular la comunicación y el lenguaje. La tutora ha mostrado las fotografías para ver si alguno de ellos las reconoce. Íbamos uno por uno preguntando, pero solo una alumna, con mucho esfuerzo, respondía a ciertas imágenes (únicamente decía el objeto: árbol, tenedor, cuchillo, cuchara, reloj, teléfono, tomate, pera, naranja…). Al terminar la actividad, hemos reforzado con aplausos a los 4 alumnos. Antes de salir al recreo, hemos hecho otra actividad con globos, trabajando individualmente para estimular la rigidez de sus movimientos, los reflejos y la interacción.
En el recreo, he ido al arenero donde he podido conocer a más alumnos y tutores del centro.
Después del recreo hemos vuelto al aula donde la tutora ha puesto una canción que fomenta la higiene y el cuidado personal a la hora de comer (lavarse las manos antes de comer, masticar bien la comida, lavarse los dientes después de comer…) Los alumnos se han lavado las manos (algunos con nuestra ayuda) y hemos ido al comedor. Allí, además de las tutoras hay ATEs que ayudan a comer a los alumnos que no puedan hacerlo por sí mismos. Después, los acompañan al baño para lavarse los dientes.
Después de comer hemos vuelto al aula. La tutora ha puesto música de relajación y los hemos estimulado sensorialmente con el tacto de un plumero, masajes, caricias... A última hora ha venido el profesor de música y ha trabajado individualmente con cada alumno, durante 15 minutos, haciendo ritmo con los pies, manos, dando palmas...
Al terminar, hemos recogido la clase, hemos ayudado a poner los abrigos a los alumnos (dos de ellos pueden hacerlo por sí mismo) y los hemos llevado hasta la entrada, donde los recogen sus familiares o los ayudantes del transporte escolar.
Mi primer día y mi primera sensación en el colegio ha sido muy buena, me he adaptado muy bien gracias a mi tutora y me ha gustado e interesado colaborar y ayudar en lo que he podido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario