Todos los alumnos de mi clase se encuentran
en el primer ciclo de E.B.O. Tienen discapacidad intelectual profunda, es una
de las clases más afectadas y con menor nivel del centro. Tres chicos tienen
más de 16 años (uno de ellos, 20 años) por lo que deberían estar en el ciclo de
Transición a la Vida Adulta, sin embargo, por su nivel de afectación (cognitivo,
del desarrollo, del lenguaje, autonomía personal) están en el ciclo más bajo
del centro.
A primera hora la tutora me ha enseñado el
PTI de una de las niñas de mi clase que padece síndrome de Prader-Willi, y una
guía portage. Esta guía se utiliza generalmente en educación preescolar, pero sirve
como documento de orientación y puede ser usado también con niños que tienen
necesidades especiales. Comprende cinco áreas del desarrollo (cognición,
lenguaje, desarrollo motriz, socialización y autoayuda) y una sección de
estimulación. Está dividido por edades (de 0 a 1, de 1 a 2, de 2 a 3, de 3 a 4,
de 4 a 5 y de 5 a 6). Los objetivos que logran los chicos de mi clase
corresponden al primer nivel (niños de 0 a 1 año) y algunos (pero muy pocos) al
segundo nivel (de 1 a 2 años). Es muy injusto y triste que exista esa
diferencia entre la edad cronológica y la edad mental de estos chicos y que,
seguramente, no serán capaces de llegar a hablar en su vida.
En el día de hoy hemos realizado fichas,
trabajando individualmente con cada uno, hemos hecho puzles, construcciones,
hemos ido a la sala de estimulación sensorial y hemos jugado con ellos.
Que aprendan a sumar, restar, multiplicar o dividir
no es lo prioritario, lo que se pretende conseguir en estos chicos es que tengan
autonomía personal para poder valerse por sí mismos en un futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario