Como todos
los días, empezamos con una canción para darnos los buenos días y para aprender
los días de la semana y los meses del año. También hablamos sobre el tiempo que
hace y la estación del año en la que estamos. Lo que más se trabaja en mi aula
y los objetivos que se pretenden alcanzar en los alumnos son la estimulación
sensorial y las habilidades adaptativas básicas como la comunicación,
interacción, cuidado personal en nutrición, vestirse y desvestirse, aseo e
higiene, etc.
La atención
en el aula es, generalmente, individualizada. Aunque todos los alumnos presentan,
más o menos, las mismas características, nivel cognitivo y de desarrollo, no
todos evolucionan con las mismas estrategias y métodos, por ello, este tipo de
atención es imprescindible para su aprendizaje.
Hemos
trabajado con fichas para colorear y recortar con las tijeras. Dos de los
alumnos tienen muchas dificultades en motricidad fina, no tienen coordinación y
apenas son capaces de coger los colores y las tijeras si no es con ayuda. Las
otras dos niñas tienen menos dificultades, pero lo realizan con muy poca
precisión. También hemos realizado puzles y hemos jugado a la pelota.
Todos los
días antes del recreo, pasan los ATEs por las clases para cambiar los pañales a
los alumnos que no controlan de esfínteres.
Después de
comer, los chicos han tenido clase de música. El profesor ha trabajado las pulsaciones
en las canciones, dando palmas, toques con las manos, pies e instrumentos de
percusión, siguiendo el ritmo de varias canciones. Son niños con déficit de
atención y muy poca curiosidad por los contrastes, sonidos, ritmos…
Aunque la
mayoría de los niños no lleguen a alcanzar el nivel de Educación Primaria, los
aprendizajes que se enseñan en el centro, los cuales van más encaminados a que
en un futuro estos chicos puedan vivir en sociedad y alcancen su autonomía
personal, son los prioritarios y los más importantes para ellos.
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